Por: Iván Jiménez (@Ivanni_Simons)
Si estás por iniciar en el camino de la agilidad, o ya tienes algo de avances, necesitas una dieta balanceada que equilibre líquidos y sólidos. ¡Sigue esta guía para que sepas diseñar tu plan de salud y bienestar personal y profesional con enfoque ágil!
Liquid Agile
Porque desde pequeños usamos los líquidos como base de la alimentación, necesitas asimilar la agilidad a cucharadas pequeñas. Para ello necesitas tomar elementos esenciales como:
- Empatía – Ponerte en el lugar de los demás, en sus preocupaciones, en sus sentimientos y acciones
- Comunicación – Pero comunicación con muchas notas del punto anterior; comunicación empática
- Transparencia – No te guardes lo malo ni lo bueno, sé transparente pero con respeto
- Confianza – Fomenta la confianza en todas las direcciones
- Colaboración – El éxito o fracaso depende de todos
Y la lista de líquidos es muy amplia, con otros sabores tales como: resolución de conflictos, paciencia, camaradería, templanza…¡la lista la personalizas tu! Pero te recomiendo altas dosis de los cinco puntos anteriores.
Estos son algunos de los líquidos que debes de tomar en pequeñas dosis todos los días. Ya traes varios de ellos, pero sí que debes mantenerte en constante mantenimiento. ¿Cómo? Pasando momentos con tu familia, regalando actos de bondad inesperada (¿alguna vez has regalado dinero o alimentos a alguien que realmente lo necesita?), asistiendo a meetups, leyendo… actividades que tengan que ver con personas y/o sus valores.
Solid Agile
Ahora prepárate para lo consistente… ¡la carnita de la agilidad! Un jugoso filete que debes marinar en una salsa rica en los sabores anteriores, para después cocerla a fuego lento.
Y es que aplicar los valores y principios ágiles (Liquid Agile) es lo mejor. Y no, no vamos a entrar a aplicaciones prácticas de la agilidad como el famoso Scrum o Kanban, sino a los elementos que hay detrás. Paso a paso.
Te recomiendo los siguientes elementos sólidos de la agilidad:
- Tableros – Aprende a organizar tus días con tableros donde puedas ver qué estás haciendo, e idealmente, qué están haciendo los demás. Aprópiate de ellos: agrega tus preocupaciones, puntos de mejora, ideas locas, los 100 pesos que le debes a tu colega que te prestó para la gasolina.. ¡Si no está en el tablero, no pasó!
- Reuniones de seguimiento y de aprendizaje – Reúnete con tu equipo una vez, por 15 minutos, donde conversen sobre su progreso del día y sus preocupaciones respecto a lo que están haciendo. Y una vez al mes (o dos) reúnete para que entre todos miren al pasado inmediato (de la quincena o del mes) y vean qué salió bien, que salió mal, que experimentos se les ocurren y qué ideas locas tienen para conquistar el mundo.
- ¿Para quién estás haciendo lo que haces? – Si estás organizando tus avances para entregar un trabajo escolar, enséñale a tu profesor (a) lo que estás haciendo. Si estás organizando una boda, enséñale a tus clientes los avances. Si estás haciendo un restaurante, lleva a tus FFF (Family, Friends and Fans) al lugar y muéstrale que se lleva y qué sigue. ¡Pocas cosas son tan satisfactorias como tener una sensación de avance! (¿A poco no se siente padre cuando ves que que esa grasita de tu abdomen empieza a irse?)
- Calidad, calidad, calidad- Sea lo que sea que haces, hazlo bien. Es mejor demorarte un poco a entregar algo mal hecho, mal sazonado o mal dibujado. Las cosas bien hechas hablan bien de quien las hizo, no hagas cochineros que eventualmente apesten por su propia naturaleza impura
- PRIORIZA – Y es que no todo lo que haces tiene la misma importancia. Estar ocupado todo el día no implica que estés haciendo cosas valiosas. Lo más valioso debe hacerse y entregarse primero.
Ya con los elementos anteriores asimilados, podemos pensar en el tema de hacer Scrum, Kanban, Lean Software Development o algún método híbrido. No te recomiendo mucho que te metas al Solid Agile sin haber formado bases buenas de Liquid Agile. Compleméntalos y descubre la receta que te funcione mejor.
Y por último, ten mucho cuidado con las recetas de los Simiagilistas, que te dicen que debes entrarle de lleno a Scrum y que esto va a curar todos tus males en dos meses. Recuerda que no todo en Agilidad es Scrum (funciona bien, pero no es como el Vaporub que nos recetan nuestras queridas madres para curar cualquier dolor).
¡Felices experimentos ágiles!